viernes, 11 de mayo de 2012

La Gran Rial

La Gran Rial

Quién fuera ruiseñor…diría Silvio Rodriquez
Quién fuera Rial dijeron o pensaron un@s cuant@s…
Durante estos días me resonaron en la cabeza cual campanadas de iglesia medieval las típicas frases que se escuchan es estos casos donde dos personas, hoy  el conductor de televisión archi conocido Jorge Rial y su nueva pareja “La niña Loly”, mañana tu esposo, pasado vos, la semana que viene tu amante y el mes que viene tu mejor amiga, el año que viene tu mamá, deciden terminar una relación y comenzar una nueva junto a otra persona: -Le dí los mejores años de mi vida…se está portando como un adolescente y tiene mas de cincuenta…yo lo banqué  en sus peores momentos… teníamos un proyecto de familia en común…la dejó por una de veinte…qué bomboncito se está comiendo Rial…comparando me quedo con Marianita…el tipo no piensa en su familia…la mujer tendría que hacerle un juicio…esta chica es una trepadora…y un montón de frases más que l@s lector@s tienen permiso de agregar a su gusto y paladar, cada quien desde su lugar, su ideología, religión, experiencias de vida, etc. El caso es que Jorgito tomó una decisión en su vida que fue finalizar un matrimonio y empezar una nueva relación con otra persona. Dá igual que sea “La niña Loly”, la vecina o una desconocida, el hecho es que nos pone en evidencia otro hecho mucho mas profundo del que no tomamos conciencia mediática, y es que nada es para siempre;  las personas no nos pertenecen y no son las mismas durante toda su vida, las situaciones cambian, el mundo gira, las galaxias mutan, el universo no es el mismo ya que cuando ponga yo el punto final a esta columna. Y el error que cometemos tod@s es vivir como si las relaciones y principalmente las personas fuéramos estáticos, inmutables, personajes mágicos sobre los cuales podemos hacer especulaciones, tener expectativas y nos olvidamos de que la base de toda relación de cualquier tipo (pareja, laboral, amistosa, fraternal, etc.) es que está conformada por seres humanos, individuos, únicos, con necesidades particulares mas allá de las personas con las que eligen compartir el camino o un tramo del camino, hasta que la vida les plantee otras posibilidades. Estamos principalmente las mujeres apegadas al hombre con el que nos casamos,  juntamos o noviamos, apegadas a la idea de La familia Ingalls  y el amor romántico, y nos olvidamos de tener una vida propia y amarnos a nosotras mismas. La vida se nos va y cuando nos damos cuenta lo único que acumulamos son facturas que empezamos a pasarle a nuestros esposos o ex, a los hijos, a los padres, amig@s, etc. Facturas que empiezan con la s palabras: yo te di  y terminan diciendo: y así me pagás…
ERROR! Dar es una elección personal, nadie nos puede obligar a amar.No se puede cobrar algo que uno regaló. Si diste algo pensando en recibir algo a cambio, no es amor.
Asi que chic@s, lector@s, cuando estemos dentro de una relación amemos, disfrutemos cada momento, saquémosle el máximo de provecho a ese encuentro maravilloso de dos cuerpos y dos almas en este mundo, como si fuera el último segundo, porque nunca sabemos cuando termina, como la vida misma…

ESTA NOTA FUE PUBLICADA EN LA REVISTA "LA HOJA DE LA COSTA Nº 26"